Juan Martín Moye sintió la llamada al sacerdocio; y se
preparó en las Universidades de Pont à Mousson y Estrasburgo; su actitud de
abandono incondicional en Dios Providencia, le fue confiriendo poco a poco
energía, alegría y seguridad.
Fue ordenado sacerdote el 9 de marzo de 1754, participó en
el sacerdocio de Cristo siendo amigo de Dios y de los hombres. Su gran rectitud
le condujo a buscar ante todo la verdad, valorando más el ser que el parecer.
Se distingue, desde los comienzos de su apostolado, por un
notable espíritu de iniciativa. Juan Marín prefiere el medio rural, lo conoce y
sabe que es el más abandonado en todos los órdenes.
Este conocimiento y la preocupación que le causa le llevan a
buscar jóvenes que quieran entregar su vida al servicio de los demás en un total Abandono en manos del Padre, al
que confiarán sus cuidados
El Abandono en Dios Providente fue una actitud muy
importante en su vida.
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